Lillian

Conocí a Lillian el 4 de diciembre de 1999, cuando ella estaba recién desempacadita de Monterrey. Me la presentó mi ahora sister Rocío y desde el primer momento nos caimos muy bien. A las 2 semanas ella regresó al D.F. y a pesar de que vivíamos en ciudades distintas la amistad creció enormidades, al grado que después de esas dos semanas éramos como brothers, y entre mails, cartas y llamadas telefónicas el lazo se hizo aún más fuerte.

Un día de febrero de 2000 ella tuvo un pequeño accidente, y al hacerse chequeos le detectaron cáncer... supongo que ese día fue el detonante para que todo se volviera más intenso entre nosotros... y no por lástima, sino por la amistad, el cariño y mil cosas más difíciles de describir.

Wow, que épocas aquellas, extraño mucho su típico "qué onda mi rey", o cuando le contaba que me iba bien o cosas así, me respondía con cierta cachondería en su voz con un "aaaah, chiquitooooo, por eso me fijé en ti papacito... ven acá..." y a los pocos segundos estallábamos en carcajadas. Éramos grandes confidentes uno del otro y teníamos secretos entre nosotros que nadie más sabe.

Lo hermoso de esa época es que uno es joven y el futuro lo ve distante: las preocupaciones no tienen mayor sentido. Yo trabajaba en ese entonces dentro de la universidad y buena parte de mi sueldo estaba destinado a larga distancia para saber de Lilycita. Pero el tiempo avanzaba y su enfermedad también. Y llegó el día de su cumple: no le llamé porque sabía que estaría rodeada de amigos y me daba pena interrumpir, así que le llamé al día siguiente, sin saber que sería la última vez que escucharía su voz... poco más de un mes después, a fines de noviembre recibí la noticia por parte de Rocío: "Compadrito, pasó lo que tenía que pasar" y el mundo se me vino encima...

Lo más doloroso fue el no haber podido estar con ella en esos últimos instantes por muchas causas: es algo que aún me duele y creo que así será hasta que me muera. Se que está mejor ahora, pero aún así jamás pude decirle muchas cosas: obviamente ella ya las sabía pero a veces uno quiere decirlas de nuevo. Y aún a 6 años de su partida me sigue doliendo. Mucha gente me decía que pronto pasaría, pero no, porque ella tenía una parte de mi corazón, así que digamos que ese día igual morí un poco.

Y el lunes al trabajo: papá iba conduciendo el auto, pues antes de irse a trabajar me dejaba cerca de la uni. Y mientras él conducía, yo miraba por la ventanilla. El mundo seguía su marcha y mi mundo estaba destrozado, y a mil kms de distancia.

Como dice Joaquín Sabina "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió": no se como serían las cosas si ella viviera... supongo que sería una gran abogada, que estaría viviendo en Puebla como lo pensamos un día. Y tantas cosas más, como cuando soñábamos con tener dinero haciendo fraudes en las empresas donde yo trabajara y luego ella me sacaba del bote y nos repartíamos el botín a la mitad. No puedo evitar sonreir cuando recuerdo los sueños que tuvimos, los momentos juntos, la risa, el llanto y el amor. Obviamente alrededor de esto existe un aura de nostalgia muy grande: la extraño y mucho. Pero la vida es de lucha, y hay que seguir adelante.

De lo que si estoy seguro, es de que ella está mejor, que nos cuida desde el cielo, y que en mis peores momentos no me ha dejado solo. Cuando en Guadalajara las cosas van mal se que ella le pide al creador que no me apriete tanto.

FELIZ CUMPLEAÑOS LILYCITA!!!!